5 cosas que aprendí sobre producto, mientras creaba tu agenda de este año
No te mando una foto del salón completo tras el proceso de empaquetar las agendas, porque te recordaría al cole de tus hijos y saldrías corriendo :P
Hace un par de meses lancé una votación para decidir a qué dedicaría mi tiempo libre hasta final de año. Ganó la opción de crear, producir y vender una Agenda 2026 con mis mejores posts y dibujetes.
Si llego a saber lo agotador que sería… igual ni pregunto. :P
He pasado media vida creando productos. Le guardo un cariño especial al videojuego tributo a Perico Delgado, pero de todos he aprendido algo.
Hoy quiero contarte las 5 lecciones que me ha dejado hacer esta agenda.
1. Vas a tener ganas de tirar la toalla
Por muy sencillo que parezca, hacer un producto es difícil. Si no lo fuera, no valdría la pena.
Nuestro cerebro está diseñado para ahorrar energía, y crear cualquier cosa te la drena a cucharadas. Es normal que te preguntes:
“¿Para qué me meto en estos líos, con lo bien que estaría en la cama?”
Yo he atravesado dos momentos duros:
Estableciendo la tienda en Amazon. Una cosa es vender un libro en KDP, otra dar de alta un producto completo.
Cuando el black friday golpeó a mis transportistas y he tenido que currar con la incertidumbre no saber cuándo (o si) iba a poder empezar a enviarlas.
Tienes que entender que es normal. Que todos los productos exitosos (y los que no) pasan por esos momentos. Si no, no tendría sentido hacerlos.
Ese punto crítico se llama The DIP. Ese momento donde seguir parece una locura y abandonar, una tentación razonable.
La clave está en distinguir cuándo retirarte y cuándo perseverar. Si quieres profundizar, échale un vistazo a esto.
2. Tu producto tiene que ser coherente con lo que crees
Si fuera un amarrategui, le habría dicho a Nagore (de Gráficas Michelena):
“Oyes, imprime solo 20 agendas, que así seguro que las vendo todas.”
Pero no puedo estar defendiendo que es tiempo de exponerse, que en diez años todos seremos emprendedores o irrelevantes… y luego sacar un producto sin arriesgar nada.
Así que le dije: “Goazen, Nagore. ¡Imprimamos 150!”
La coherencia entre tus creencias y tu producto es gasolina pura cuando llega The DIP.

3. Necesitas aliados
Si nadie te acompaña, mala señal.
Si no has convencido al menos a una persona de que tu proyecto merece la pena… ¿Cómo vas a convencer a alguien de que te lo compre?
Aliados pueden ser:
Proveedores que creen en lo que haces.
En mi caso, Michelena, que lleva 75 años apostando por lo artesanal, creativo y de calidad; y Marta, la mentora que nos presentó.Clientes tempranos que validan la idea y te dan feedback.
Probablemente tú: votando, enviando comentarios o comprando la agenda en preventa.Compañeros de viaje, gente que vive lo mismo y con quien puedes hacer “terapia de grupo”.
Antes de que llegue la primera crisis, debes tenerlos identificados. Los vas a necesitar.
4. Disfruta del camino tanto como del producto
Claro que debe gustarte la meta. Pero si odias cada sesión de gimnasio, no vas a tener la constancia para conseguir un cuerpo escultural por mucho que lo quieras.
Con los productos pasa igual: si no disfrutas el proceso, no llegas al final. O sí, pero con resultados mediocres, porque trabajabas solo para salir del paso.
En los dos momentos chungos que te comentaba arriba, disfrutar del camino, entenderlo como un elemento clave del proceso y como algo que hace que te estires, es lo que mantiene en marcha el motor.
Disfrutar el camino te permite reclutar aliados, atravesar The DIP y mantener la cabeza fría cuando hay que acelerar pero vienen curvas.

5. Al final habrá merecido la pena
No sé cuántas agendas venderé (ojalá las 150 que encargué), pero tengo claro que no me voy a arrepentir de haberla llevado al mercado.
¿Por qué?
Porque he disfrutado del camino. Solo eso ya compensa.
Porque los aprendizajes no dependen del resultado final. A veces un proyecto que falla te enseña más que uno que triunfa.
Porque he creado relaciones valiosas con mis aliados.
(Ojalá pueda contarte entre ellos).
El siguiente paso… ¿te he dicho ya que acabo de sacar una agenda?
Si conoces a esa persona que está atascada con su carrera profesional,
Si tienes un hijo que está empezando a trabajar,
Si en el amigo invisible de la empresa te ha tocado ese jefe chungo…
Puedes comprarlo en Amazon (aquí tienes toda la info y las fotos de la agenda) te vendrá bien si tienes Prime.
O puedes reenviarle este correo a ESA persona a la que crees que le podría gustar. Te cuesta poco y me ayuda más de lo que piensas.
Y ya sabes que como siempre, el 33% del beneficio de cada venta va para ayudar a emprendedores de países en vías de desarrollo, mediante microcréditos.
Si no lo tienes claro, te lo explico aquí.
Ah… y si quieres la agenda, pero estás pasando por un mal momento económico o laboral, avísame y vemos cómo hacer para que tengas la puedas tener.




