Cómo y por qué decir que NO en el trabajo y gestionar las consecuencias
Y además, te cuento por qué esta semana he sacado un libro y cómo creo que puede ayudarte.
Me preguntabas hace unas semanas “¿Cómo y cuándo puedo decir que NO en el trabajo sin que me perjudique? ¿Depende del tipo de manager que tenga?”
Resumen ejecutivo, por si vas con prisa…
El NO que vas a decir tendrá consecuencias. Pero recuerda que también tendría consecuencias decir un SÍ.
Sí que depende del tipo de jefe que tienes (el form que te envié al suscribirte a la newsletter te ayuda)
Si puedes soportar las consecuencias, decir NO siempre es peor a corto plazo, pero mejor a largo.
En mi experiencia diciendo NO…
Yo digo mucho “no” a mis jefes.
Y no te voy a engañar, en dos ocasiones me han despedido o han estado a punto de hacerlo. El NO es una herramienta poderosa, pero todo poder tiene consecuencias y solo debes usarlo si puedes responder de tus actos.
También te digo que solo me pasó con mis peores jefes.
Lo normal es no llegar a esos extremos, y el resto de mi carrera, decir NO siempre ha sido una herramienta MUY ÚTIL que me permitió:
En el mejor caso, revisar juntos la decisión y encontrar una mejor opción.
En el peor caso, sentirme escuchado y comprar un billete para un futuro “te lo dije” que me ayudó a no sentirme tonto si al final yo tenía razón. :)
Resumiendo:
Habitualmente he lamentado no haber dicho NO a muchas cosas.
Nunca he lamentado decir un NO (porque lo decía sabiendo que podía responder de las consecuencias)
Dónde está el problema…
Tu jefe te está pidiendo algo que necesita y que CREE que puedes darle. Puede que se lo estén pidiendo desde arriba o puede que de verdad lo vea imprescindible.
Pero tú no puedes (o crees que no debes) darle eso que te pide.
Y ahí chocáis.
Por qué pasa…
Si tu jefe te está pidiendo algo y tú no puedes darlo, puede ser por tres motivos:
Tu jefe no se entera. Lo que te está pidiendo es malo para la empresa, para ti o para ambos.
Tú no te enteras. No has entendido bien lo que te pide o la importancia de lo que te pide.
Lo que te pide cruza una de tus líneas rojas (las cosas que chocan con lo que te define como profesional o como persona).
Cómo gestionarlo…
Hay tres salidas habituales:
Patear el problema hacia el futuro: O sea, bajas la cabeza, dices “Yes, master!” y sigues adelante. (si tenías razón, te sentirás idiota).
Esconder el problema bajo la alfombra: O sea, disimulas y luego haces lo que quieres tú (más te vale acertar, y aún así puede que te metas en problemas)
Afrontar el problema: O sea, le dices que NO estás de acuerdo, y gestionas lo que pasa.
Como tú me preguntabas por la tercera opción (y además creo que es la más útil en la mayoría de los casos), nos centramos en esa.
Paso 1: asegúrate de que “tú SÍ te estás enterando” (ver punto 2 del “Por qué pasa” ahí arriba)
Repítele lo que te está pidiendo, con tus palabras, para asegurar que no has malinterpretado lo que te pide.
Averigua “por qué” te lo pide. ¿Qué resultado espera de esto? ¿A quién beneficia? ¿Qué pasaría si no lo consiguieras hacer?
Paso 2: piensa bien por qué estás diciendo NO.
¿Cruza una de tus líneas rojas? (p.e. el bienestar del equipo, tu ética profesional…)
¿Tienes una solución mejor para ese QUÉ y POR QUÉ que te pide?
Paso 3A: si cruza una de tus líneas rojas, puedes decidir moverla, pero los titulares de periódicos estás llenos de gente ‘inocente’ que decidió que podía mover esa línea roja.
El ingeniero, que tuvo un papel clave en el escándalo de emisiones diésel, sabía que el fabricante estaba haciendo trampas y trabajó para encubrirlo, dijo el juez el viernes durante la audiencia en Detroit. El juez impuso al ingeniero una sentencia de 40 meses de prisión.
Paso 3B: si de verdad tienes una solución mejor, plantéala. Pelea por ella, justifícala y consigue convencer a tu jefe.
Si tu jefe es un Zeus, necesitarás apoyo de varios colegas de tu nivel o de alguien de su mismo nivel (ojo, habla primero siempre con tu jefe antes que con otros jefes).
Si es un Atenea, tienes que irle con datos. Medidas sobre qué pasó la última vez que hicisteis algo parecido o previsiones bien calculadas sobre qué pasará esta vez.
Si es un Apolo tienes que encontrar dónde lo que te pide va contra el procedimiento, o dónde lo que tú haces respeta el procedimiento.
Si es un Baco, no habrá problema. Probablemente estará deseando que seas tú quien encuentre la solución al problema.
Un libro para aprender cómo decir NO
Esta semana ha salido uno que a mí me encanta :P. Te lo dejo en el número 6 de la Biblioteca.
”Robin no es un Batman Junior. Sam no es un Frodo Junior. Robin y Sam complementan a Batman y a Frodo. Si lo mejor que puedes hacer con tu jefe es darle la razón, o te estás quedando corto o quien se queda corto es tu jefe.
Decirle a alguien que se equivoca es duro, y hay que ser valiente y listo para hacerlo bien. Pero si discutir contigo es un problema para tu jefe, ya estás tardando en buscar un nuevo jefe, más valiente y más listo”.
Si te suena, es porque es mío. :) El libro es Tiempo de Exposición y contiene los 52 mejores posts y dibujetes (incluyendo 13 sobre cómo gestionar a tu jefe), uno extra, de regalo, y una agenda de 2025. Te lo dejo en el número 6 de la Biblioteca.
Un par de dibujetes sobre decir NO…
Cuando tenía 9 años, entendí que me gustaba escribir...
…porque pasaba más tiempo escribiendo las crónicas de mis partidos de futbolín, que jugándolos. :)
37 años después, descubrí que también me gustaba dibujar, cuando entre reunión y reunión hacía garabatos en las viledas de la ofi.
Combinando estas cosas, llevo dos años escribiendo en LinkedIn sobre mi carrera profesional (y la tuya).
Me he dado cuenta (en realidad me lo dijo Carlos, que es más listo que yo) de que lo que escribo encaja en tres categorías.
¿Debo plantearme un cambio de trabajo?
¿Cómo impulso mi carrera profesional SIN cambiar de trabajo?
¿Estoy gestionando bien a las personas con las que trabajo?
Y dispuesto a darte mi punto de vista lo más fino posible, elegí los mejores 52 posts y dibujetes que te ayudan a que encuentres tus respuestas, mejoré los dibujos, mejoré los textos y publiqué el libro.
Como el año tiene 52 semanas, puedes ir viendo un post y un dibujete cada semana.
O puedes leer cada bloque por separado.
O puedes tenerlo en la estantería y revisar el índice cuando necesites aclarar ideas (es lo que hago yo con mis libros favoritos).
Oooooooo… puedes usar la agenda que viene de regalo. Y así mientras anotas tus reuniones y revisas si tienes que recoger del karate a la niña esta tarde, te lees el post y el dibujete.
Y piensas. Para encontrar las respuestas. ¿Cambio de trabajo? ¿Crezco? ¿En qué puedo mejorar?
Me gustaría que el libro ayudara a hacerte pensar. Pero solo tú puedes encontrar las respuestas.