Tienes dos cerebros. Aprende a usarlos.
🎯 Antes de escribir ESE mail que tienes que escribir, necesitas entender que tienes dos cerebros y usar el adecuado (o acabarás actualizando el LinkedIn esa misma tarde)
💼🏃♂️Resumen ejecutivo, por si vas con prisa
Pasaste años entrenando tu cerebro reflexivo: memorizaste fechas, resolviste ecuaciones, aprendiste a pensar “bien”.
Pero nadie te contó que tienes dos cerebros.
Uno reflexivo (lento, profundo). Otro automático (rápido, instintivo).
Entender cómo funcionan es un superpoder. Usarlos mal, una trampa.
Afortunadamente la mayoría de los niños aprenden a andar antes de que sus padres les puedan explicar cómo.
- Gallwey, The Inner Game Of Tennis
El cerebro automático vs el reflexivo
El método científico ha permitido la evolución tecnológica, mejorando a la humanidad, pero enterrando nuestros cerebros Automáticos con 14 años de educación del cerebro Reflexivo.
Lo curioso es que el método científico se basa en experimentación y debate. Pero la educación reglada se ha basado en obediencia y memorización.
📉 Usar el automático cuando toca pensar (una negociación delicada, una decisión estratégica) te hace cometer errores impulsivos.
📉 Usar el reflexivo cuando toca actuar (una crisis urgente, una presentación ya en marcha) te lleva a la parálisis por análisis o a procrastinar hasta que ya es tarde.
Y cuanto más estrés hay, más probable es que uses el cerebro que no toca. Porque el miedo acelera. O bloquea.
Y cuanto más estrés hay, más importante es que elijas bien el cerebro que usarás y más probable es que uses el cerebro equivocado.
🤹♂️En mi experiencia
Me es imposible jugar bien al tenis cuando pienso en jugar bien al tenis.
Para jugar bien, tengo que olvidar que estoy jugando.
Cuando entreno, todo fluye. Me dejo ir, entro “en la zona” y todo funciona.
Y luego llega el match point, fallo el primer saque, empiezo a pensar en cómo sacar mejor… y hago doble falta, por usar el cerebro incorrecto.
También pasa al revés. A veces, incluso aunque vaya perdiendo, veo que el rival se queja, grita, se critica… y pienso, “ya lo tengo”. Porque sé que su cerebro automático está peleando con su cerebro racional.
Cuando juegas a tenis, combinas el cerebro racional y el automático. El primero se encarga de ajustar la estrategia, el segundo de jugar los puntos.
¿Y a mí qué más me da si yo no juego a tenis?, me preguntas.
Cambia el tenis por el trabajo, cambia el match point por esa tarea crítica y cambia los gritos en la pista por los gritos en una sala de reuniones.
Vuélvelo a leer.
Y me dices si no te aplica.
“En el caso improbable de que hagan una película con este libro, el Sistema Reflexivo sería un personaje secundario que se piensa que es el héroe.”
— Kahneman, Thinking Fast and Slow
🚨El problema: usarlos mal, en el momento equivocado
La mayoría cree que cuanto más racional eres, mejor decides. Falso.
Ser racional no es mejor: es más potente pero más lento y más caro. Tu cerebro reflexivo (o evolucionado) es lento, caro y más sabio. El que entiende un contrato complejo, toma decisiones con datos y corrige errores con autocrítica.
El cerebro automático (primitivo) es rápido, económico... y necesario. Es el que frena el coche cuando patina. El que saca una volea imposible sin pensar. Pero también es el que desconfía del que es distinto, el que grita en las reuniones del presupuesto.
Es un cerebro tribal que vive en una sociedad compleja. Si lo dejas suelto, puede arruinarte una conversación con tu jefe o hacer que tomes una decisión estratégica por puro orgullo.
“La clave para un mejor tenis —o un mejor lo-que-sea— reside en mejorar la relación entre tu Yo 1 (narrador) y tu Yo 2 (capacidades naturales).”
- Gallwey, The Inner Game Of Tennis
Ambos son necesarios. A veces uno, a veces otro, a veces combinados.
El cerebro primitivo tiene que estar sujeto al cerebro evolucionado. Usar el cerebro primitivo en una discusión con tu jefe es lo que puede llevar a que todo se acalore y acabes despedido.
Pero el cerebro evolucionado tiene que permitirse a sí mismo desconectar, porque si no llega la procrastinación (voy a darle al botón del despertador y duermo solo 5 minutos más, que se convierten en 1 hora y levantarte sintiéndote culpable) y la parálisis por análisis (no mandemos aún el mail, vamos a darle OTRA vuelta a la presentación para acabar de afinar los últimos detalles)
🎭Para reír o llorar (tú decides)
🔍Lo importante: saber cambiar de cerebro a tiempo
El problema no es tener un cerebro automático o uno reflexivo.
El problema es usarlos en las situaciones incorrectas.
❌ Usar el automático cuando necesitas el reflexivo (por ejemplo, al dimitir de un trabajo por un calentón)
“Damos sentido a la vida con el Cerebro 2 (el Reflexivo), pero la vivimos, principalmente, con el Cerebro 1 (el automático).”
— Kahneman
❌ Usar el reflexivo cuando toca actuar con instinto (jugar ese punto de partido decisivo… o necesitar decidir con información incompleta).
“Su rendimiento tope no llega nunca cuando están pensando sobre ello.”
- Gallwey, The Inner Game Of Tennis
El truco no es elegir uno. Es aprender a pasar de uno a otro. La rutina de Tewksbury que te ayuda:
Para. Baja revoluciones. Frena la reactividad y entiende el contexto.
Respira. Respirar bien cambia tu estado mental y si te fijas verás que en las crisis tu respiración deja mucho que desear.
Anímate. Di “puedo con esto”. Si crees que puedes, puede que puedas. Si crees que no puedes, no podrás.
Enfócate en la tarea. A partir del contexto, con calma y con ánimo, decide cómo la afrontas.
“Imaginar de la manera más clara el resultado de tus deseos es la forma más útil para comunicar con el Yo Automático.”
- Gallwey, The Inner Game Of Tennis
Bonus: El automático rinde más si te importa un poco menos el resultado. Si lanzas a canasta pensando que si fallas haces el ridículo, el reflexivo se mete y estropea la jugada.
“Cuando estamos entrenando confiamos en nuestros cuerpos y nos dejamos ir, porque la mente-ego se dice a sí misma que no importa, pero una vez que empieza el partido, el Yo Reflexivo coge el control.”
- Gallwey, The Inner Game Of Tennis
🛠️Usarlos bien en el trabajo
🎾 Automático para: hablar en público, actuar en caliente, decisiones de ida y vuelta.
🧠 Reflexivo para: diseñar una estrategia, revisar un contrato, decisiones que no podrás rectificar.
🤝 Ambos juntos para: entrevistas y presentaciones (qué quieres contar y cómo lo cuentas), combinar estrategia y operación.
Esto no va solo de productividad. Va de libertad interior.
Cuando armonizas tus dos cerebros, ocurre algo más profundo: entras en estado de flow. Ese momento donde todo fluye, donde no piensas pero entiendes, donde no decides pero aciertas.
“Estos y otros momentos de más alta felicidad y plenitud los llamaré experiencias cumbre.”
— Abraham Maslow